Editorialistas e inclusive algunos de los candidatos han señalado la trascendencia de las próximas elecciones, estos últimos lo hacen con intención de favorecerse, pero, es verdad, el choque de poderes que se verificará este junio del 2024 por medio de nuestro voto, definirá el rumbo político, económico y cultural de México por varios años.
En el gobierno está el grupo heterogéneo que ha conformado López, gracias a la igualmente heterogénea alianza que le permitió llegar con un importante número de votos.
Posiblemente de los componentes originales algunos han desertado, se habló de que hasta obispos le apoyaron inicialmente ante el desprestigio de los otros partidos, también empresarios ilusos, y muchos clase medieros con deseos de cambio de forma de gobernar.
Sin embargo, quedan fuertes grupos ideologizados de izquierdas de diferentes orientaciones, los cuadros del ejercito beneficiados con obras y poder, “dinosaurios” con mucha experiencia, buena parte del Poder Legislativo y muchos oportunistas, ahora respaldados por votantes agradecidos por satisfacción emocional, López ha sabido ser “su voz” y agradecidos por las dádivas económicas.
Por otro lado, está retando al autócrata una muy importante parte de la sociedad consciente del peligro de que se consolide su autocracia, con un buen respaldo de lo que queda del núcleo original de la Familia Revolucionaria con capacidad de maniobra en el Poder Judicial, amplios sectores del ejército, y algo en el Poder Legislativo, las fuerzas lastimadas pero todavía con capacidad de acción de los partidos de oposición, el grupo de intelectuales de derecha liberal, algunos editorialistas, empresarios sanos, la influencia de la Iglesia Católica con clara orientación del voto, activistas clase medieros en varios grupos de Sociedad Civil.
La abanderada de esta parte de la sociedad, Xóchitl Gálvez con sus ejes: Vida, Verdad y Libertad representa muy bien lo que se desea.
Esta confrontación podemos verla antes de llegar a las urnas en la violencia que ha enmarcado a estas elecciones. Es alarmante el número de candidatos que han sido asesinados, amenazados o que han sufrido atentados. Acciones que en este fin de semana han llegado a alcanzar a una de las candidatas a la presidencia de la República. Lo que vivió la señora Sheinbaum solamente puede tener dos explicaciones, la menos es grave es que ella para alardear de su seguridad en sí misma hubiera realizado un montaje, pero si no fue así, quien lo haya hecho le demostró a ella y a su equipo que pueden llegar hasta a matarla si lo desearan.
También se manifiesta esta violencia en otros hechos, los ataques que el Ejecutivo Federal le dirige al Poder Judicial no tienen antecedente histórico, hay un verdadero linchamiento mediático de la Dra. Piña propiciado por el grupo que dirige López. Y algo más la denuncia al anterior presidente de la Suprema Corte, el Dr. Zaldívar es también de tomarse en cuenta, la denuncia es escandalosa.
Igualmente podemos considerar violencia las modificaciones a la Ley de Amparo, a la Ley de Amnistía y al marco legal que rige a las AFORES, modificaciones que en forma abusiva está llevando a cabo la fracción legislativa del partido en el poder a las órdenes de López.
Por supuesto el choque final se dará en las urnas, es decir las fuerzas de la autocracia serán orientadas no solamente a propaganda, también coacción emocional a becarios ancianos y estudiantes, promoción vía dádivas (compra de votos), operación de redes para acarrear votantes y redes de representantes de casillas, y otros recursos legales y extra legales.
A esto se opondrá la participación de ciudadanos sin compromiso que acudamos a votar anhelantes de VIDA VERDAD Y LIBERTAD. No debemos ir solos, hay que asistir con familia, amistades y vecinos.
