No se necesita mucha perspicacia para notar que el presidente se encuentra intranquilo, incómodo. Algo le está molestando y no lo ha ocultado.
Los desencuentros del 5 de febrero ya pasaron. Es poco probable que sea porque en el espectáculo de Brooklyn se mencionó que recibió dinero del narco, la mayoría lo asumíamos dado sus acercamientos públicos a los delincuentes; a su treinta y tantos por ciento de apoyo popular o lo dispensa o no le importa.
Tal vez lo que lo incomoda es que cada vez está más próximo el momento en que como gran elector, le dirá a su grupo quien es el elegido para candidato a la presidencia de la República por Morena y las piezas se han acomodado de manera tal que es poco sensato designar a alguien diferente de Ebrard. Sus otros nominados no garantizan un triunfo y un “caballo negro” no aparece. ¿acaso le resulta incómodo Ebrard? Llevan tiempo trabajando juntos y ciertamente en algún momento le salvó su vida política, pero eso ya se lo cobró con una o dos traiciones.
Sin embargo, la incomodidad podría provenir más bien de su personalidad independiente y de los contactos que tiene y no oculta. Este respaldo hace pensar a cualquiera, que si él no fuera el nominado para Morena seguramente sería bien recibido en otro partido para contender contra Morena, además, si la Alianza llega a solucionar su nada buena situación contra ese posible tercero.
Aunque la situación podría ser todavía más complicada. Del lado de la Alianza las cosas repito, no se ven bien, no nos fijemos en la falta de propuesta interesante, ni en la necesidad de llegar a un acuerdo para seleccionar a su candidato, algo difícil con las normas de partido, no se ve que cuenten con una personalidad de la talla necesaria para ser el candidato competitivo. No faltará en una alianza tan variopinta que alguien proponga a Ebrard. Podría ser el colmo.
Además hay una pieza suelta buscando acomodo: Monreal.
Por otro lado, ¡claro que hay que defender al INE!, ya está lastimado con un presupuesto insuficiente, nada bueno presagia la formación del Comité para seleccionar a los candidatos a consejeros del Instituto, pero, quede como quede, es indispensable que funcione bien, para que el elegido en 2024 lo sea en un proceso legítimo.
La marcha del domingo 26 de febrero debe señalar con claridad que ahora la última barrera de contención para defender al INE es la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Lo que nos lleva a la ministra Norma Piña y nos regresa la 5 de febrero. Tal parece que la señora es independiente, una esperanza para la defensa de la democracia.
Por cierto, la SCJ cojea un poco. Desgraciadamente para la Nación uno, más bien una, de sus miembros se encuentra en entredicho.
Nuestra clase política como las clases políticas de todos los países se encuentra
integrada por personas que las más de las veces pertenecen a “capillas”, a grupos que además de “servir” al pueblo en diferentes funciones, procuran cuidar o proteger ciertos intereses. En nuestro México sin duda la “capilla” más conspicua es la familia revolucionaria.
A reserva de un trabajo mucho más amplio y documentado, hoy podemos decir que el tema que con mayor cuidado ha protegido la familia revolucionaria es el cumplimiento de la “NO reelección”. Desde el trágico intento de Obregón, lo que más se ha parecido fue el así llamado maximato de Calles, reelección por interpósita persona, pero, por casi cien años, si algo del programa revolucionario se ha cumplido es la no reelección.
La familia es discreta, el verdadero poder no necesita exhibirse, es razonable pensar que, en todos los acomodos de piezas y situaciones no fáciles de entender, se estén dando los pasos necesarios para impedir una nueva “reelección por interpósita persona”. Al tiempo.
Ya que arriba mencionamos el espectáculo de Brooklyn, podemos hacer algún
comentario. ¿verdaderamente el gobierno norteamericano desea impedir la llegada de drogas a su juventud? En este tan publicitado juicio mirando a profundidad, a quienes en verdad se está juzgando es a los gobiernos de los dos países involucrados.
Resulta que unos Estados Unidos que pueden localizar a Bin Laden lejos, en Asia, no pueden detener a los grandes distribuidores de drogas en su propio país y quieren frenar el consumo interno impidiendo la producción externa en otros países, principalmente el vecino México. Por su parte nuestro país tiene que mandar a los delincuentes más peligrosos fuera, porque nuestra corrupción siempre les da oportunidad de fugarse.
Defendamos al INE este domingo 26 y seamos conscientes del valor de nuestros actos, de nuestras opiniones y de nuestros votos.
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