Si bien, mi programa es publicar RENGLONES los días 7 y 21 del mes, la marcha del domingo 13 justifica una publicación extra.
Sin duda una multitud cercana al millón de ciudadanos solamente en la Ciudad de México, y miles más en cincuenta ciudades de provincia son algo extraordinario, pocas veces una cantidad tan grande hace pública su opinión marchando la mañana de un domingo.
Ha habido en los años que van de este siglo otras marchas numerosas, hoy históricas, la marcha “blanca” por la seguridad, la marcha por el desafuero, y alguna otra, todas positivas. Positivas en el sentido de que no son en contra de alguien, más bien en apoyo a la seguridad, a la justicia, a una institución que vale la pena, la que garantiza democracia, en esta ocasión al INE.
No repito la crónica que ya se leyó en periódicos y se vio en las redes y en alguna medida en noticieros; prefiero participar algunas observaciones: ¿Qué movió a tantas personas a hacer algo honestamente incómodo, marchar por las calles una mañana de domingo? ¿Seguirá algo de consecuencias a esa demostración de poder ciudadano? ¿Hubo organizadores evidentes?
Del contingente de la ciudad de México podemos notar que predominaron personas de mediana edad hacia arriba, no fueron jóvenes los que hicieran mayor presencia. Esto puede entenderse considerando que los mayores somos los que conocimos a la Secretaría de Gobernación como el árbitro de las elecciones, juez y parte, su mejor actuación: la caída del sistema con Bartlett. Un número grande de los votantes activos para el 2024 no vivieron la transición del control gubernamental, no supieron que el resultado de las elecciones se definía muchos meses antes de que se instalaran las urnas, no conocieron las urnas de cartón opaco “embarazadas” con votos del “ganador”.
Seguramente detrás de la imponente respuesta a los llamados estuvo la firme decisión de seguir nombrando a los gobernantes con libertad; sí, llamados en plural, porque nadie puede atribuirse en singular la invitación a la marcha, tanto el Episcopado Mexicano con su carta acerca del valor del INE como muchas asociaciones cívicas: México SI, los seis grupos agrupados en Unidos y otras más, hicieron vía las redes la invitación-convocatoria.
Eso quiere decir que la marcha no tuvo más “dueño” que la ciudadanía.
La buena experiencia de vida política en democracia, tres alternancias en el ejecutivo federal, arraigó en el alma de millones de mexicanos, hay ahora una clara respuesta a la cuestión de ¿estábamos preparados para la democracia?
¡seguro que sí!
El punto ahora es, ¿qué va a pasar con esos millones de votos potenciales, votos de la oposición a un gobierno que trata de apoderarse del INE vía cambios mañosos? Si la marcha no tuvo dueño, esos votos libres e independientes están buscando un cauce para expresarse en 2024 en las urnas.
Manifestada públicamente una primera decisión, la de seguir votando y contando los votos por nosotros libremente, las siguientes en el orden democrático tienen que ser la de ¿qué es lo que SI queremos los ciudadanos y se nos debe? Además, ¿en quien confiar para lograrlo?
Tenemos los mismos ciudadanos que expresar en los borradores de las plataformas que se han abierto en los grupos cívicos las inquietudes, los pendientes y carencias: seguridad, salud, educación, economía y buscar cuidadosamente la persona con probada experiencia de servicio a sus electores, competente, que escuche y entienda lo que queremos.
Sabemos el poco prestigio que tienen hoy los partidos, ciertamente, sin embargo, parece sensato dado nuestra legislación electoral buscar ahí la persona apropiada que haya hecho experiencia de gobierno con buenos resultados y que expuesto a las tentaciones del poder por su trayectoria pública podamos evaluar su honradez.
¡Qué remedio!, a buscar con lupa, si ha de haber.
Conocedor de que no puede ser un improvisado, y ¡por favor! En verdad honrado.
Foto: <a href="https://www.freepik.com/free-photo/female-activist-shouting-megaphone_20121361.htm#query=marcha&position=33&from_view=search&track=sph">Image by rawpixel.com</a> on Freepik
