La caída de la URSS, del comunismo-socialismo real, en 1989 dejó huérfanos a algunos ilusos y varios “emprendedores”. La mayor parte de los emprendedores que ofrecen a un pueblo salir de la pobreza logran ellos salir de ella.
El Foro Sao Paulo creado en 1990 fue precisamente la respuesta que los emprendedores latinoamericanos se ofrecieron mutuamente, no importa el fracaso que la realidad impuso a la URSS, nosotros sí queremos socialismo.
Hay que prestar atención al hecho de que una vez fundado el Foro en 1990 por el Partido de los Trabajadores de Brasil con Lula Da Silva como su principal líder, solamente un miembro de los que lo integraron ejercía el poder en su país, Cuba.
Tuvieron que esperar ocho años para que Chávez, militar de izquierda, llegara al poder por elecciones en Venezuela, su país. A este triunfo siguieron otros y en veinte años ya sea en el poder o como coalición los miembros del Foro estaban presentes en nueve o diez países de América no en forma permanente más que en Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero en alternancias.
¿Por qué después del rotundo fracaso de la URSS, de la dispersión de sus miembros, la mayor parte habían estado forzados a pertenecer a esa unión, sus predicadores han tenido éxito? La respuesta no puede ser porque Cuba, Venezuela y Nicaragua sean ejemplo de países con ciudadanos satisfechos que por ningún motivo abandonarían su país.
Las elecciones de junio de 2021 en México para renovar algunas gubernaturas estatales y las alcaldías de la Ciudad de México no fueron tan satisfactorias para el partido en el poder: Morena –miembro del Foro de Sao Paulo–; no fueron una derrota contundente, pero sí mostraron que la curva de éxito que traería de las elecciones de 2018 ya no progresaba igual.
Justo en Nicaragua se acaban de celebrar unas elecciones que ratificaron una vez más a Daniel Ortega en el gobierno –¿Son legítimas esas elecciones?–.
El pasado domingo 14 de noviembre de 2021 Argentina renovó la mitad de su Cámara de diputados y parte de la de Senadores. Después de los resultados negativos para el gobierno socialista de Fernández de la primera vuelta en septiembre, temía por los resultados y había aplazado la inminente devaluación de su moneda para después de esas elecciones, sin embargo, no les fue tan mal como lo esperaban y podemos decir que en esta ocasión el peronismo se salvó.
Por otro lado, en Chile las encuestas se ven favorables al candidato de la derecha.
Estas muestras nos indican, por un lado, que cuando un líder radical se adueña del poder, la legitimidad de las elecciones suele quedar en tela de duda o descaradamente son controladas desde el poder.
En cambio, en pueblos con una vida cívica rica como Chile, los ciudadanos pueden valorar los resultados prácticos de los gobernantes elegidos y expresar mediante el voto su aprobación o rechazo. Entonces ¿por qué propuestas socialistas o “de izquierda” llegan a tener éxito en Latinoamérica?
Sin duda en este subcontinente queda una nostalgia por regímenes paternalistas y una acogida accesible a ofertas populistas, pero no puede decirse que haya un verdadero deseo de que se establezcan regímenes autoritario-comunistas, al contrario, todos nos dolemos de la suerte adversa de los cubanos y de la falta de respeto a los derechos humanos en Nicaragua y Venezuela. La hambruna y falta de soporte en los sistemas de salud para esas poblaciones es notoria.
Suele suceder que los millones de personas en la pobreza o peor aún en la miseria, la crisis de Covid-19, las ha aumentado, tienen necesidad de esperanza, tienen necesidad de escuchar que pronto saldrán de ella y acceder a una vida mejor. Ahí hay una rica cantera de votos disponibles para los “emprendedores” que ofrecen salidas inmediatas.
Otro aspecto que hay que tener en consideración es que más de uno de esos “emprendedores” ni quiere ni tiene recursos para organizar un verdadero estado de economía centralmente planificada, solamente llegan a adherirse al Foro de Sao Paulo con la finalidad de sentirse respaldados por otros “emprendedores” semejantes a ellos, con los que están dispuestos a celebrar reuniones plenas en declaraciones exaltadas pero imposibles de ser llevadas a la práctica o de consecuencias nulas en el sentido de producir riqueza que alivie la pobreza indeseada.
Urge la presencia de honrados líderes que expliquen de manera carismática que a la pobreza se le desplaza mediante la creación de riqueza, que ésta se crea con la sensata aplicación de conocimientos y trabajo constante y que esto tiene que hacerse protegido por un estado de derecho y que invariablemente toma tiempo y esfuerzo. En Cuba ha surgido un movimiento ciudadano que vale la pena respaldar.
Es semejante a la difícil decisión que debe tomarse frente a una enfermedad grave, los charlatanes con curas maravillosas solamente la harán más grave, es necesaria la intervención de serios facultativos que ejecutarán curas a veces dolorosas, pero necesarias.
Patria y vida, ¡hasta la victoria!
