El escandalo con la República de Ecuador daba para cerrar estos renglones el día siete de abril, pero el primer debate entre los candidatos a la presidencia de la República, bien valía esperar un día más.
No se puede celebrar que las fuerzas militares de Ecuador hayan asaltado una embajada de un país correctamente representado ahí, sin embargo, tampoco pueden ignorarse la serie de sucesos y declaraciones que antecedieron al hecho en sí.
No podía faltar que varios países hagan público su desacuerdo con una violación al Tratado de Viena y que las autoridades de un país miembro de la Organización de las Naciones Unidas allanen una embajada, así ha sucedido.
Por otro lado, las frecuentes intromisiones en la vida y en la política de otros países de López, recordemos que invitó a los argentinos a la desobediencia civil en contra del gobierno de Milei, que opinó sobre personas de la vida política de Ecuador, dos ejemplos, tenían que dar por resultado una situación como esta.
No se puede estar de acuerdo con ninguno de los actores; lástima que uno de los extremos es el presidente de México.
Tuvimos oportunidad de presenciar por vía remota el debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, dos damas y un joven caballero.
Mi percepción de entrada a este comentario es que Xóchitl “nos quedó a deber”.
Inicio por el centro de la formación. Álvarez Maynes muy en su situación, repartió sonrisas al por mayor y propinó algunos golpes retóricos a ambas contendientes, algunos con mucho tino. Honestamente, él no tiene nada que perder y conque consiga un tres por ciento de la votación, ya cumplió su cometido: que el partido de Dante Delgado Ranauro, el dueño, siga existiendo y recibiendo millones de pesos como apoyo a costa de nuestros impuestos.
Por su parte, Claudia Sheimbaum se presentó bien preparada, muy contenida, se ganó bien el sobre nombre de “dama de hielo”. Supo voltear la situación y llamó en repetidas ocasiones mentirosa a Xóchitl sin ninguna justificación. No se dejó enganchar con el tema del aborto señalando a la Suprema Corte como la responsable de su aprobación y evadió dar su personal opinión.
Xóchitl Gálvez estrenó personalidad, no fue la mujer cálida, simpática que con tanto éxito ha recorrido el país, la ingeniosa empresaria que sabe responder con tino a preguntas difíciles. Si supo poner en pantalla y preguntar a Sheimbaum ¿cuál sería su actitud como presidenta ante los abusos y delitos de los hijos de López? La interpelada se salió por la tangente ante esta y otras incomodas preguntas.
Me hubiera gustado ver a Xóchitl con alguno de sus huipiles que la caracterizan, cierto se vistió de blanco evitando los colores de los partidos a los que dijo con claridad no pertenecer, eso estuvo bien.
En resumidas cuentas las redes sociales se dividen en su valorización del ejercicio, en forma casi equilibrada, señalando como triunfadora a una y otra.
Podemos decir que se ha vivido ya “el primer tercio de la corrida”, el espectáculo está en desarrollo, este fue un buen episodio.
