El desprecio por la democracia que ya había señalado Giovanni Sartori a finales del siglo XX y que no se cumplió en México en esas fechas, se ha manifestado recientemente y en especial en América, por un desdén a los políticos profesionales y a los partidos tradicionales; de hoy hacia el pasado: Colombia, Petro; Chile, Boric; Perú, Castillo; Estados Unidos, Trump. De hecho, podríamos considerar que el triunfo en México del movimiento Morena en 2018 podría ser una manifestación de ello, quizá un poco artificial por las circunstancias que le rodearon y que ya hemos tratado en ocasiones anteriores, el apoyo de la familia revolucionaria dividiendo el voto no morenista.
Pero lo pasado, pasado.
Lo importante ahora es —y en donde podemos nosotros los ciudadanos intervenir responsablemente— las elecciones que vienen en 2023 y sobre todo 2024 para renovar Congreso y Ejecutivo Federal.
Contamos ahora con una fuerte experiencia de poner en manos de un líder popular, no un político experimentado, el timón nacional. Más de la mitad de los ciudadanos no estamos satisfechos con el experimento. Gastos enormes en obras no suficientemente estudiadas, con pocas posibilidades de permanecer en servicio, bruscas decisiones de eliminar sistemas probados y con caprichos rencorosos contra instituciones ciudadanas fundamentales, INE, Banco de México, INAI.
Si ya hemos vivido esa experiencia, lo esperado en una lógica consciente, será reflexionar sobre ella y decidir que podemos aprovechar y en que no debemos incurrir nuevamente.
Las personas
Ahora nuestro voto debe ser entregado a personas con experiencia de gobierno, es decir a políticos, si, políticos, pero cuidadosamente escogidos, con historiales que resistan “la prueba del ácido”. Que los periodos en los que ejercieron el poder sean sus cartas de recomendación. Esto en lo tocante a las personas, y ¿respecto a los partidos?
Los partidos
El menú ciertamente no es lo mejor, pero ¿cómo podemos aprovechar lo vivido en este otro terreno? La incomodidad proviene de la poca competencia se ve en los presidentes de los partidos que forman la Coalición, su falta de liderazgo se puede entender por la prácticamente inexistencia del PRD y el desprestigio muy bien ganado del PRI, pero ¿Qué pasa con el PAN, la verdadera oposición en valores y prácticas?
Tal vez una cierta inseguridad provenga de algunos pecados pasados y sobre todo del mismo interés de mantener la Coalición, ya que de fragmentarse se vendría una dispersión del “voto inconforme”, sin embargo, es necesario salir de la trampa. El actualmente partido mayoritario de este bloque necesita mostrar que, SI tiene que ofrecer a la ciudadanía mostrando por un lado que sabe integrar, pero sabe distinguir que es útil y que es lastre. Y si no es así, juzgar ¿necesita a esos coaligados?
Su oportunidad primera puede ser nombrar al candidato para la gubernatura del Edomex dentro de la Coalición. Cierto el PRI lo ha mantenido como su principado por años, pero igualmente como escaparate de corrupción y siguiendo precedentes bien podrían llegar ahora a un arreglo con Morena. La Coalición con el PAN como líder, debe mostrar que puede hacer en orden a sanear el ambiente político.
El otro reto es entender y contrajugar “el juego” del MC. Este partido viene ofreciéndose como una nueva alternativa, un instituto diferente a los tradicionales con una digamos “cosmética inteligente”, sin embargo, hay que mirar el fondo y el liderazgo eficaz, mirar quien lo ejerce y preguntarse ¿en verdad es diferente e independiente de la familia revolucionaria? o ¿es más bien un intento de recaptura? Ciertamente con los estados que gobierna tiene un porcentaje importante de votos posibles, pero no suficientes para obtener un triunfo, ¿a quién los ofrece, a cambio de qué?, ¿sus líderes estatales tienen el
prestigio y la experiencia necesarias para ser “el candidato”?
Nosotros los ciudadanos
Siguiendo la tendencia americana actual, nosotros los
ciudadanos debemos tomar la iniciativa y con nuestras acciones explicitar que queremos, como no hay segunda vuelta, la primera debemos hacerla ahora. Finalmente, los partidos, así en plural, nos pertenecen, viven gracias al dinero nuestro que el gobierno les entrega conforme nuestro sistema electoral. A nosotros nos corresponde exigir que la Coalición permanezca de manera útil y como sea lidereada, a nosotros nos corresponde decirle que político experimentado queremos como candidato, a nosotros nos corresponde decirle a Movimiento Ciudadano cuánto vale en este juego político.
¡Cuidado, estas decisiones son nuestras! No nos las deben quitar.
Foto: <a href='https://www.freepik.es/fotos/lucha-social'>Foto de lucha social creado por Drazen Zigic - www.freepik.es</a>
