La palabra Geopolítica está siendo usada casi en cada párrafo de los noticieros cuando se refieren a la invasión que la Rusia de Putin ha efectuado a Ucrania. Es cierto el conflicto puede tener varias raíces, pero la jugada es definitivamente geopolítica.
Halford Mackinder, uno de los iniciadores de esta ciencia, señaló que quien controle la “isla continental” o el “corazón continental” tendría la hegemonía. Esto en 1904. En su presentación se apoyó en la Historia vivida hasta ese año para sostener esta opinión.
Indiscutiblemente Estados Unidos emergió de la Segunda Guerra Mundial como como una nación hegemónica, retada por la URSS. Sin embargo, este país no se encuentra en la isla continental.
Z. Brzezinski en “El gran tablero mundial”, siguiendo a Nicholas Spykman, explica que lo ha logrado hacer porque se arregló para dominar las áreas periféricas de la isla continente, es decir tiene presencia hegemónica en Japón y Corea del Sur, el Este de Eurasia y cuenta con la OTAN en el Oeste. Digamos coloquialmente que sujeta el “corazón continental” tomándolo de las dos puntas.
Una de sus herramientas, la OTAN, la organizó con sus aliados al triunfo de la II GM y ante el reto que su exaliado, la URSS de Stalin planteó a Europa. Era evidente que ante la agresiva actitud del dictador que se engulló Europa Central y amenazaba con ir por más, las naciones occidentales europeas estuvieran prestas a aceptar la creación de ese organismo de defensa, continuación de “los aliados”. Por su parte la URSS respondió a la creación de la OTAN con la formación del “Pacto de Varsovia”, organización espejo.
La Historia continua, a los finales del siglo XX, el hundimiento y desmembración de la URSS significó la disolución de dicho pacto. Desaparecida la amenaza roja, terminada la Guerra Fría, ante la actitud amistosa tanto de Gorbachov como de Yeltsin, bien se habría podido disolver la OTAN, pero, además de la en su momento obvia defensa, el socio mayor tenía la necesidad de asegurar su “agarradera” occidental de la Isla Continental”.
La OTAN no solo no se disolvió, creció aceptando nuevos miembros venidos del extinto Pacto de Varsovia. ¡Bien para la nación hegemónica triunfadora de la Guerra Fría!, habían alcanzado según Fukuyama “El final de la Historia”.
Sin embargo, ahora el actual retador por la hegemonía mundial, China, se encuentra situado en la Isla Continental y a diferencia del retador anterior, ha sabido cuidar tanto el desarrollo tecnológico, lo mismo copiando que verdaderamente creando, que la acumulación de riqueza, indiscutiblemente es un serio retador. Innegablemente, lo hemos comentado en otros RENGLONES, su actual líder Xi Jinping tiene dificultades para equilibrar la libertad necesaria para que sus ciudadanos acumule riqueza, con la libertad que desean tener, pero aún no sabemos que pueda lograr, mientras es, repito, un serio retador.
Ahora regresamos a Ucrania. Resulta que V. Putin a diferencia de Gorbachov y de Yeltsin no tiene ya simpatía por Occidente, si es que alguna vez la tuvo, y ha encontrado que, junto con Xi Jinping, otro autarca, puede marchar en alguna medida al unísono.
Putin argumenta que Ucrania es parte de Rusia, es más que ahí nació la rusidad, justo en Kiev, igualmente dice que los habitantes rusófilos son maltratados, razón por la cual ha enviado tropas a las provincias separatistas, insulta al actual gobierno que no es proruso y adereza su discurso con inexactitudes y mentiras, además expresa que no quiere que Ucrania se una a la OTAN, y finalmente muestra su deseo de que la OTAN desaparezca.
Su agresión descarada ha sido reprobada por muchas de las naciones del Mundo. La Unión Europea ha aplicado importantes sanciones económicas, incluida Suiza, lo que es insólito, sin embargo, la ocupación no se ha suspendido. Por su parte China mantiene una actitud reservada y arrastra con ella a los países africanos que tiene comprometidos en su órbita.
China, a no dudar tiene en su agenda recuperar Taiwan, isla vecina con una historia sumamente accidenta, invasiones europeas sobre los malayos originales, pero finalmente perteneciente un tiempo a Japón y más veces a China. Occidente lo reconoció como país diferente en 1949 porque ahí se refugió Chang Kai Chek, líder del Kuomintang, derrotado por el comunista Mao Zedong. Así se distinguieron, China Continental comunista y Taiwan democrático.
Así pues, Putin tomará de Ucrania lo que le parezca proporcional al daño económico recibido, probablemente un paso cómodo a Crimea para tener un puerto de acceso al Mediterráneo vía el Mar Negro, además imponer un gobierno amigo suyo sobre Ucrania.
China podrá medir las reacciones de Occidente ante este abuso, para prever que pasaría si se va sobre Taiwan usando más o menos el mismo argumento: es parte de China.
Si los Estados Unidos desean conservar su liderazgo, solapada hegemonía, tendrán que ser creativos y decididos.
Dios nos proteja.
