top of page
BANNERS_D-RUMBO-columna.png
Foto del escritorJosé Miguel Guevara

Batalla por la cultura

Actualizado: 9 ago

¿Por qué nos hemos metido en la batalla por la cultura? 

La respuesta inmediata es: porque amo mi patria, México.


Imagen de Freepik

Además, los que en esta página trabajamos para ofrecer análisis histórico y político nos percatamos de que soluciones para mejorar nuestro país que ignoren la situación de nuestro entorno geográfico, y aún más allá del mundo, no son suficientes. La orientación de la cultura a favor de una sana convivencia de los seres humanos tiene que ser ecuménica.


La Ilustración nos ofreció una época de paz y una “en que los hombres volverán a ser hermanos”, pero nos entregó dos guerras mundiales y tiranos asesinos del tamaño de Mao se Dong, Stalin, Hitler y doctrinas sociales sin verdadera salida práctica, además de muchas confrontaciones regionales.


¿En dónde estuvo el engaño?

“corre, corre compañero que la Historia nos alcanza”

Las revueltas del 68 lo mismo en Europa, París, Praga, Budapest; América, California, Ciudad de México; Asia, Moscú, Beijín, Tiananmen señalaban con fuerza el fracaso social, la falta de valores humanos.


Si, la Historia nos ha alcanzado, y nos dice con claridad que si no tenemos valores comunes no es posible ser hermanos. La Historia nos dice que si no reconocemos verdades universales que guíen nuestra conducta lo mismo en Nueva Zelanda, que en China, Francia y México, la convivencia estará regida por los más fuertes, los más audaces en detrimento de los menos.


Las llamadas a la convivencia con bases humanistas se perdieron cuando aceptamos que las reglas morales eran de “referencia personal”, “que TU conducta sea tal que pueda tomarse como norma universal” Emmanuel Kant; cuando aceptamos la brutalidad de Nietzsche que nos dice que las reglas morales las inventaron los débiles para protegerse de los más fuertes y predica que debemos vivir “más allá del bien y del mal”, como superhombres, cuando aceptamos su conclusión: Dios ha muerto, lo mató nuestra indiferencia.

Voltaire, un ateo militante, decía con cinismo, “no creo en Dios, pero quiero que mis amigos, mis sirvientes y mi esposa crean en Dios, de ese modo seré menos engañado y viviré mejor.


Valores Universales se encuentran en el pensamiento metafísico desde Sócrates, Platón y Aristóteles, los más célebres, esto es en el orden humano, y en la Religión por la Revelación. Sí, hay reglas universales y sí hay juicio por la conducta en la vida. Este juicio lo intuyeron con claridad los egipcios y se les reveló a los israelitas.


Para convivir es indispensable contar con normas y el fundamento de esas normas nos dará la fuerza moral con que las aceptemos. Dos son las corrientes dominantes para establecer leyes, el jus naturalismo o el positivismo.


Veámoslo con sencillez, las leyes las promulgamos en referencia a conceptos universales, conceptos que la reflexión profunda nos lleva a deducir en base a la misma naturaleza humana, esto es jus naturalismo; o las promulgamos conforme a lo que los legisladores que escogimos ¿lo habremos hecho con buen juicio?, deciden que es bueno y que es malo, que es útil, que es innecesario.


En el primer caso nuestra misma condición humana suele hacernos sentir la sensatez de lo ordenado; en el segundo caso es fácil razonar que los mismo que Juan diputado decidió yo podría verlo en sentido contrario, ¿qué nos hace diferentes?, ¿qué ganó una elección porque sabe promoverse?

Ya sabemos, las leyes hacen cultura y la cultura hace leyes.


Una sociedad que acepta los valores trascendentes promulga leyes con sentido humano, una sociedad que solo se mira así misma o a la que se le impone un tirano, promulgará leyes caprichosas, como el nazismo o vivirá a la voluntad del dictador como Stalin o Mao se Dong.


Más vale decirlo con claridad, estamos a favor de los valores trascendentes, estamos a favor del Decálogo e invitamos a reflexionar a quién se ocupa de leernos, en la Batalla por la Cultura tenemos una postura clara, considérenlo, los invitamos a vivir en ellos y testimoniarlos con nuestras imperfectas vidas.


Hay una gran diferencia entre el que yerra y lo reconoce y el que yerra y argumenta que eso es lo correcto; éste no tiene remedio.





129 visualizaciones

Entradas Recientes

Ver todo
Ancla-Enrada-Blog
Imagen de WhatsApp 2023-06-24 a las 17.57.34.jpg

Suscríbete y recibe nuestras actualizaciones

¡Gracias por unirte!

Compra libros de Democracia y rumbo

Apoya nuestro compromiso de formar ciudadanos responsables con su gobierno, familia y comunidad.

bottom of page