Los católicos tenemos derecho a juzgar la actuación y las plataformas políticas de los partidos y principios que nos sirven de refererencia.

El Presidente de la República ha ocupado los últimos días en “inaugurar”, inconclusas, algunas de las obras emblemáticas de su sexenio.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha recibido por primera vez en su historia nombrado directamente por el presidente.

Dado que en México no existe el carnet de identidad como en otras naciones, solemos por ello acreditar nuestra personalidad con la INE.

El 20 de noviembre ha dado inicio con legalidad y formalidad la campaña por la presidencia de la República.

Con equipos de gobierno a los tres niveles, concentrados en los preparativos para conservar el poder y no para servir a la población.

A estas alturas resulta inútil discutir si la estrategia de “abrazos, no balazos” es o fue sensata.

¿Cómo puede impedirse una “elección de Estado”? aquí mi respuesta: la única forma de hacerlo es mediante una “elección de ciudadanos”.

El mismo Presidente presume continuamente su generosidad y sus programas sociales, que ahora consisten en transferencias de dinero directas.

Para el año que viene, 2024, los ciudadanos que podemos participar en el proceso electoral, 97 millones en números redondos.

El candidato “desairado” ya externó su inconformidad al público del juego sucio, ¿qué va a hacer ahora que todo mundo se da cuenta?

En pocos días finalizará el periodo de los precandidatos del Frente Amplio para recabar las firmas que los acrediten para la siguiente etapa

Novedosa y atractiva la propuesta del Frente Amplio, competir por el Ejecutivo Federal con una oferta de gobierno de coalición.

A través del despertar social se empezó a rechazar los fraudes electorales, impidiendo triunfos del PRI desde los municipios y estado.

Las elecciones en los dos estados en cuestión, Coahuila y Edo México se han realizado. Resultado: uno lo ganó la alianza y el otro Morena.

Ya es hora que la oposición salga del pantano, pisen tierra firme atendiendo a las demandas de la sociedad, olviden sus afanes protagónicos

Desde 2021 el partido en el poder perdió su mayoría calificada en la Cámara Baja y la mitad de las alcaldías de la CDMX.

Han amenazado con el Plan C, es decir, con la cargada electoral el año próximo, para conservar la Presidencia y la mayoría calificada.

Con el desmayo del presidente y su general descontrol evidencian sin duda la dependencia que el “partido” Morena tiene de López.

Menudo reto el que enfrentará aquel que lleve a México por mejor cause. Lo primero es conseguir la unidad nacional.